01122015-SSP-Elecciones Sindicales 2015-Situación de la empresa

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El personal de Correos, la mayor empresa pública española, está sufriendo unos índices de precariedad laboral y recortes de plantilla que consideramos inaceptables. La situación, afirman, se ha convertido en insostenible para la empresa y afecta seriamente al funcionamiento del servicio de reparto en toda España. Estos recortes han supuesto la pérdida de 15.000 puestos de trabajo desde el año 2007 –casi un 23% de su plantilla–. La dirección de la empresa ha propuesto una nueva reducción de otras mil plazas para 2015 y los sindicatos firmantes, UGT, CC.OO, Sindicato Libre y CSIF desde diciembre del 2010 sacaron adelante con el PP, el apoyo de los nacionalistas, la segunda ley postal que abría el marco de la competencia en el sector y un sistema de financiación en plena crisis ponía seriamente en peligro la viabilidad de la empresa.

Los nacionalistas y los partidos de gobierno PP Y PSOE que apoyan a la Troika (BCE, FMI, UE) se aseguraron de que la prestación del Servicio Público Universal pudiera ser encomedando a otros operadores privados en diferentes ámbitos territoriales, en el pacto de austeridad del PGE del 2011, con puestos asegurados en la Comisión del Sector Postal donde están los sindicatos representativos y los partidos firmantes por su territorialidad. En 2010, el gobierno designó a Correos como prestador del SPU, pero la propia ley establece este mandato por periódos decinco años, con los que nos encontramos que la revisión en el 2015, año electoral.

Es notable, la pérdida de calidad en los últimos años por falta de plantilla e incumplimiento del SPU, va a tener una gran repercusión dependiendo del color político del gobierno que corresponda la decisión.

Correos ha hecho de su política de ahorro en gastos de personal un objetivo fundamental de su gestión, para llevarla a cabo, están jugando un papel fundamental los estudios de dimensionamiento y la reducción de la contratación, dando lugar a la pérdida sistemática de puestos de trabajo y a una notable reducción de la plantilla con los traslados de funcionarios a otros ministerios, plazas de personal jubilado que se amortizan y la persecución al personal laboral por evaluaciones negativas hechas arbitrariamente por los jefes de equipo, provocando el miedo y la incertidumbre de todo el personal a perder el puesto de trabajo o ser más sumiso, callando y aguantando las sobrecargas insostenibles, hacer horas no pagadas, además de provocar un deterioro progresivo de las condiciones laborales de los trabajadores/as, lo bueno es que en algunos lugares ya ha estallado la protesta desde las bases, Castelló, Algeciras, Cieza, Cartagena etc, con el denominador común: la exigencia de la plantilla necesaria para poder dar un servicio de calidad a la ciudadania.

La falta de contratación y la precariedad es diaria con el que se realiza el reparto en carterías con piolas y recargos de barrios colindantes de forma habitual y cada vez la bolsa de los ACR a pie va en detrimento por la flexibilidad para llevar paquetería con los de moto.

Los sindicatos firmantes (UGT, CC.OO, Sindicato Libre, CSIF) se desmarcan de todo tipo de acciones conjuntas, ni siquiera crean el comité de empresa en la provincia de Alicante y proclamar un ERE en toda regla a la empresa que dice que tiene superavit.

La compañía finalizó 2014 con 51.000 personas contratadas y con un descenso en el volumen de reparto de casi el 40% respecto a las cifras de hace ocho años. El descenso de la plantilla durante el último año ha sido de 1.200 personas. A esta situación se suma la ausencia de convocatorias de oposición para cubrir los puestos vacantes durante una década.

Los sindicatos a pesar de ver una clara intención de desmantelar la empresa y el servicio público prestado por Correos, cuyo recorte presupuestario y de personal ha supuesto el abandono de rutas en muchos municipios, retrasos frecuentes y aumento de trabajo para la plantilla, que debe cubrir cada vez mayores áreas de distribución. Esto, además, se ha unido a bajadas salariales en los últimos años, supresión de pagas extraordinarias, disminución de días de asuntos propios, una eventualidad en los contratos del 30% y una enorme incertidumbre entre quienes tienen firmados contratos de tipo fijo discontinuo y a tiempo parcial. El principal operador postal privado que puede salir beneficiado del desmantelamiento de Correos sería Unipost, propiedad de la familia Raventós, cercana a CiU.